Mientras l que los medianos disfrutaron de la playa, la actividad en el campus no para. Las mas´pequeñas del grupo de rítmica cambiaron su rutina habitual y se incorporaron a los ejercicios de preparación física. Saltar, correr, empujar, atrapar son combinaciones que permiten trabajar las distintas partes de su organismo.
De vuelta al suelo del palacio los vuelos acrobáticos, las piruetas enrevesadas ocupan la parte central del recinto. Vuelos sin motor para aterrizar en una doble pirueta posterior. Al otro lado de la cancha los más pequeños del campus ejercitan su muñeca para mejorar la mecánica de tiro.
Intensos ejercicios , a modo de juego, que les permite pasar el tiempo sin apenas darse cuenta. Repartidos por las dos canastas, paran, saltan y tiran sin importar que encesten o no.
Levantas la mirada y en las gradas del pabellón aparecen los cadetes. Aprovechando las escaleras para ejercitar el tronco, las piernas y los talones para conseguir una adecuada forma.
De vuelta al anexo un jugador elude un pequeño obstáculo que le sirve para medir la potencia de salto que atesora,. saltos a un pie, y con los dos juntos que les permite comprobar su capacidad de reacción.
De nuevo en la cancha, la mano amenazadora busca el tapón sobre el tiro exterior. llegar a puntear el tiro supone un sobreesfuerzo después de tantas horas de entrenamiento..
Atentos a las explicaciones de Pablo, el preparador físico, los menores del campus atiende n sus indicaciones de como deben de ejecutarse correctamente cada una de las estaciones del circuito preparado.
Cuando cae la noche, y tras la cena correspondiente, regresan las competiciones para los medianos. A pesar del día de playa que han disfrutado no se aprecian atisbo de cansancio alguno por parte de los jugadores. Lo que buscan es ganar para presentarse en la final del domingo cuando se clausurará el campus.
