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DÍA 11 CAMPUS OLÍMPICO CANGAS 2016. ARRIADA DE BANDERA OLÍMPICA EN CANGAS.


Se acabó. Otra edición más cerrada con éxito gracias al equipo humano y técnico de la gran familia de Agustinos-Eras. Los tapones, bandejas, entradas a canasta, tiros en suspensión y otras acciones de juego abandonan esta localidad asturiana para dirigirse a León. La temporada sigue a partir del lunes

Son muchas las anécdotas, experiencias nuevas, novatadas, agujetas, lesiones leves y otro tipo de vicisitudes que merecen la pena recordarse y guardarse en el disco duro personal de cada uno. Resulta oportuno mencionar un breve texto de Piti Hurtado sobre los Campus:

"Gana el que menos duerme, dormir es de cobardes y de manirotos hay que apurar todos los minutos de esta edición. Te sientes un poco licántropo porque parece que estás absorbiendo energía, buen rollo, inocencia, tierna picardía, desenfado y libertad".

Cualquiera que haya vivido la experiencia de un campus puede contrastar y aseverar las palabras arriba citadas. En este por supuesto. La convivencia de distintas generaciones, de chavales venidos de otras Comunidades Autónomas, de otras especialidades deportivas, como la gimnasia rítmica resulta enriquecedora para todos ellos. Se complementan unos a otros.

Los saltos, paradas, figuras escultóricas imposibles se han terminado. Queda el día de convivencia con los padres donde los mas acertados disputaran las finales de las distintas especialidades y la exhibición de las gimnastas ante el calor de un público conocido.

Día de sonrisas y lágrimas, despedidas de un hasta pronto en la mayoría de los casos. En otros, quién sabe. Un hasta siempre, hasta que sus caminos vuelvan a encontrarse en otra ciudad, cancha de juego o en la nube de la información tecnológica.

Pero hasta que esto suceda, todavía se puede sonreir, poner la mejor de las caras y ser cordial con cada uno de los compañeros con los que has convivido durante once días.

La fuerza en las piernas se mantiene innata.Con capacidad para realizar un último mate, una explosiva canasta, quizás buscando ser la imagen de portada del cartel del próximo año. Absorber hasta la última gota de agua de la botella para no derramar ninguna de las vivencias adquiridas durante estos últimos días. La llama del pebetero se apaga, la bandera olímpica de nuestro campus se pliega en el baúl de los recuerdos. El hoy es un regalo que hay que aprovechar.


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